PSICOLOGíA DEL COLOR
Cromoterapia
La publicidad y el diseño es el campo donde más se estudia la influencia psicológica del color. Más del 80% de las percepciones humanas proceden del sentido de la vista. Y el color desempeña un importante papel en este proceso.
Se utilizan los colores para que el consumidor identifique el producto, lo asocie con el carácter y las cualidades que busca en dicho producto y finalmente, se sienta inducido a su compra.
Hay una tendencia a utilizar determinados colores en función de los diferentes productos, como cajas de bombones, azules y blancos para los detergentes, rojos para productos excitantes (refrescos y tabaco), por ejemplo el rojo de coca cola o el amarillo de Kodak. Está demostrado que el color puede afectar de forma significativa las reacciones y respuestas de las personas.
Por lo tanto queda demostrada la influencia que ejercen los colores sobre nuestro estado de ánimo. Pero si se usan de forma adecuada, los colores también pueden contribuir a mejorar ciertas molestias físicas, resultando una alternativa totalmente inocua a los medicamentos.
La cromoterapia tiene orígenes muy antiguos. Ya en Egipto se practicaba la helioterapia, o exposición solar, con fines terapéuticos. En India, la medicina ayurvedica siempre ha tenido en cuenta el modo en que los colores contribuyen al equilibrio de los chakras (los centros de energía que se asocian a las principales glándulas del cuerpo). La medicina China ha confiado en la acción beneficiosa de los colores para tratar determinadas patologías hasta el punto que la ropa y cortinas de las habitaciones de un enfermo se llegaban a teñir del color más indicado para combatir su enfermedad.
Estudios científicos demuestran la influencia de los colores sobre el sistema nervioso, inmunitario y metabólico.
El funcionamiento de la cromoterapia se justifica por las radiaciones que emiten las células sanas: de distinta frecuencia según el tejido al que pertenecen. Cuando las células dejan de funcionar correctamente, su radiación se ve alterada, influenciando así a todas las células circundantes. Mediante la aplicación de ondas electromagnéticas del color apropiado, se consigue penetrar en el interior de los tejidos de manera no invasiva y restablecer el equilibrio del sistema, sin los efectos secundarios asociados a los fármacos.
Es el color más absoluto de cuantos pueblan nuestra retina. Es el color de la sangre, de la guerra y de los mártires, pero a la vez es el color de la pasión y símbolo de salud. Rojas son las revoluciones y las enseñas que denotan valentía, pero también las rosas que se ofrecen en señal de amor.
Es un color muy vinculado a las celebraciones, en diferentes culturas, En la iconografía cristiana simboliza el poder que vence a las fuerzas del mal. De ahí que el rojo este presente en las Navidades y en festividades como Año Nuevo, y sea el color propio de los amuletos como el rubí o el coral.
En muchas culturas es el color con que se visten las novias, ya que se asocia al principio femenino y a la fertilidad. Antiguamente el rojo se asociaba con la nobleza, ya que las dificultades en la obtención de este pigmento ponían las telas rojas al alcance solo de unos pocos. Todavía hoy, una alfombra roja parece elevar el rango de quien la pisa o subrayar la trascendencia de los pasos que está dando (las alfombras de los altares, la alfombra roja en la entrega del Oscar)
El rojo tiene un reconocido poder excitante. Rojos son los coches deportivos y las prendas y cosméticos más provocativos. Es símbolo de peligro, tanto en la naturaleza como en la señalización de los semáforos y luces de freno.
Parece que es el primer color que percibe el cerebro humano y, por ello, suele ser el favorito de los niños. Debido a su excelente visibilidad, es el color mas empleado en las banderas y en marcas comerciales, para fomentar el consumo de productos.
Es el color de los cítricos. Se trata de un color muy vivo, al que se reconocen efectos estimulantes. Está presente en gran cantidad de alimentos y resulta especialmente “apetitoso” ya que se relaciona con el tono que adquieren los alimentos tostados. Como sucede con un vaso de zumo de naranja.
La denominación del color naranja va ligada a la introducción de la fruta en Europa a mediados del XVIII. Antes no existía una palabra específica para el color naranja, por eso a las personas con el pelo naranja se les denomina “pelirrojos”.
Es un color presente en la tierra, en gran cantidad de elementos minerales y piedras semipreciosas: el ámbar, el topacio…
Es el tono que caracteriza a la célebre AYERS ROCK , en el desierto central de Australia. La gran cantidad de hierro presente en la piedra arenisca que la constituye es la causa de esta coloración y sin embargo aunque es un color típicamente de tierra, se manifiesta en todo su esplendor en los cielos del atardecer que se tiñe de mil matices de naranja.
Las flores y las frutas de este color destacan mucho sobre el color verde de las hojas. Debido a su vistosidad, el naranja se utiliza frecuentemente en elementos de señalización vial, publicidad y envoltorios.
Es un color luminoso y optimista, asociado con la energía de la radiación solar y con los reflejos del metal más noble y venerado: el oro. Amarillo era el manto de Helios, dios griego del sol, que surcaba los cielos en un carro luminoso. Fue el color preferido de Vincent Van Gogh, ya que al combinarlo con su complementario, el azul, conseguía dar a sus cuadros un efecto de plenitud y alegría de vivir meridional.
En China el amarillo se asocia al YANG. En toda Asia se considera el color de la alegría, poder y sabiduría. Solo a los emperadores y a los monjes budistas les estaba permitido vestir la túnica azafrán. El amarillo también es portador de infortunios y símbolo del ostracismo, hoy es todavía el color mas evitado en el ambiente teatral, y a mediados del siglo XIX llego a prohibirse su uso en las vestimentas sacerdotales
Las tonalidades amarillas abundan en la naturaleza; en los trigales, en la coloración del follaje de otoño y en muchas flores y frutas. En pintura, el amarillo de los pigmentos arcillosos aparece por primera vez en las cuevas de LASCAUS hace 17.000 años. El amarillo ocre se utilizaba mucho en Egipto para reproducir las tonalidades de la piel en las pinturas murales.
Es un buen remedio pintar de amarillo las habitaciones que dan al norte ya que se contrarresta la frialdad de la luz natural.
Es por excelencia el color de la vegetación, gracias a la clorofila contenida en las hojas. La abundancia del verde en primavera hace que se convierta en símbolo de renovación y de renacer después del invierno, y por lo tanto es el color de la esperanza.
Por su parecido a los tonos de la naturaleza, tiene efectos sedantes sobre la vista y sobre el ánimo. No hay nada como un paseo por el bosque para relajarse.
El verde esta especialmente cargado de significados en el mundo árabe. Es el color predominante en el Paraíso Islámico; el preferido por Mahoma y por los habitantes del desierto. Por esto muchas de las banderas de los países árabes son o contienen este color en gran medida.
También en el Antiguo Egipto, el verde tenía connotaciones positivas. Las mujeres se pintaban los párpados con malaquita triturada.
Como contrapartida, el verde se asocia con lo venenoso y no nauseabundo. Es ajeno físicamente, solo los reptiles y anfibios presentan este color natural. La enorme toxicidad del arsénico con que se elaboraba el pigmento verde esmeralda, hasta los sintéticos, contribuyó a esta fama. También es el color de los celos y de la envidia.
El verde es el color elegido por los ecologistas. En publicidad está asociado a los productos respetuosos con el medio ambiente.
Es el color de nuestro planeta, puesto que azules son el cielo y el agua. El azul es tan abundante en los cielos y en los mares como raro en la tierra. Solo algunos minerales y flores presentan esta coloración de manera natural.
Es un color frio, al que se supone también un efecto melancólico. Se asocia con lo divino y lo espiritual.
Es la iconografía cristiana, simboliza la fidelidad y la pureza. Azules son los mantos con que se representa a la Virgen en el Renacimiento y azules son también los lazos o ligas que tradicionalmente llevan las novias el día de su boda.
El azul era un color muy utilizado ya en Egipto, tanto para representar a un rio sagrado, el Nilo, como en orfebrería. El lapislázuli, combinado con el oro, abunda en las joyas de Tutankamon. Documentos de la época demuestran que la cantidad de azul que debía emplearse en un cuadro era establecida de antemano por el que encargaba la obra, quien, de este modo, daba muestra de su poder adquisitivo.
Desde la Edad Media, el azul oscuro ha sido el color con que se han vestido los trabajadores. Mientras que la nobleza, haciendo alarde de su superioridad económica, prefería vestir prendas rojas o de colores delicados, el tinte índigo era relativamente fácil de conseguir y asequible para las clases populares. Los pantalones vaqueros también tienen su origen en las prendas sufridas y resistentes, destinadas a los buscadores de oro.
Aquí se engloba toda una gama de colores con grandes diferencias de matiz. Se encuentra entre el rojo y el azul, tiene varias denominaciones en función de su intensidad: lila o púrpura, malva rosado, magenta, lavanda, dependiendo de su color dominante.
Es el color con menor longitud de onda del espectro, en el umbral de lo visible. La luz violeta es la que posee mayor energía y se utiliza para activar mecanismos fotoeléctricos.
En la naturaleza se encuentra raramente y cuando aparece, lo hace de manera exuberante, como reflejo irisado en una mariposa emperador o en el plumaje de un pavo real. También la visión y el aroma de un campo de lavanda no deja de ser espectacular.
Tanto la denominación violeta como sus variantes “malva”, “fucsia”, “lavanda” o “lila” se han tomado prestadas del mundo vegetal. La palabra “púrpura” proviene de un molusco.
En la simbología eclesiástica, el purpura representa la pasión de Jesucristo, probablemente por tratarse de una mezcla de rojo (sangre) y azul (resurrección). Por esto es el color de las vestiduras sacerdotales durante la cuaresma. También ha sido adoptado como enseña de los movimientos feministas.
Los malvas fueron tonos muy populares durante los años treinta y actualmente estas tonalidades se han vuelto a imponer con fuerza en la decoración de interiores. Si se combinan con tonos cálidos aportan un toque sofisticado y relajante en los ambientes.
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